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Un estuche-regalo para los amantes del vino. Champán, un magnifico Saint-Emilion Grand Cru y un Gran vino tinto de Languedoc. 3 grandes caldos de las mejores añadas del vino francés.
Con este cofre-regalo, La Gourmet Box os propone una trilogía de vinos franceses excepcionales, ideales para acompañar una comida de fiesta (¡ya estamos pensando en Navidad!) o para disfrutar de una degustación entre amigos. Cada uno de estos vinos tiene su propia particularidad: para el aperitivo podéis probar un champán «nature» (sin dosificar, es decir, sin azúcares añadidos en el proceso de gasificación del vino) de gran finura, seguir con un tinto realizado por uno de los viticultores que han cosechado la fama del Rosellón y acabar con un gran Saint-Emilion Grand Crus de una de las mejoras añadas en Bordeaux que nos ha complacido al máximo.
Y como siempre en nuestros cofres regalos, unos pequeños detalles para marcar la diferencia, como se trata de un obsequio: el sacacorchos y mucho más...
Contenido de nuestra caja de regalo de grandes vinos franceses:
• Pinot Chevauchet, Champagne Brut Nature, Cuvée « La Généreuse » (75 cl)
• Le Clos des Fées, Côtes du Roussillon Vieilles Vignes, vino tinto 2019 (75 cl)
• Château la Fleur Penin, Saint Emilion Grand Cru 2018, rouge (75cl, 14º)
A continuación, los detalles de los vinos de nuestra caja de vinos franceses y de nuestros vinicultores.
Disponible
World Wine Awards DECANTER 2015, medalla de bronce.
La bodega Pinot-Chevauchet se encuentra en las laderas sur de Epernay, en el corazón de la región de Champagne. Cuenta con las 3 variedades de vid emblemáticas de la región: chardonnay, pinot meunier y pinot noir. La vendimia se realiza manualmente y las uvas se seleccionan con mucha exigencia para garantizar una calidad óptima de los vinos. Con ese objetivo de excelencia, la bodega no pone sus vinos a la venta hasta que no superen un proceso de envejecimiento de un mínimo de 5 años en bodega.
Lejos de las marcas clásicas, con La Généreuse os proponemos catar un verdadero champán artesanal aclamado por la crítica (Revue du Vin de France, Guía Bettane & Desseauve…). Su nombre lo dice todo: «Généreuse»… del francés, «generosa».
Las cosechas de 2008, 2007 y 2006 estructuran este champán en el que la cepa pinot meunier predomina en un 90%, junto al 10% de chardonnay. La ausencia de dosificación (para simplificar, el hecho de no añadir azúcar en el tradicional licor de expedición, que en principio se hace siempre) permite subrayar las calidades propias del vino: en nariz, explosión de aromas florales, de espino blanco con notas borgoñesas a cargo del Chardonnay. Equilibrio en boca muy logrado entre lo mineral y lo afrutado. Este champán «brut nature» hace honor a su nombre: lo que se pierde en azúcar se gana en finura. Un elixir excepcional para descubrir el champán desde una perspectiva muy diferente. ¡Todo un éxito!
Sorprendente para el aperitivo, es el maridaje perfecto para acompañar las ostras o el marisco.
The Wine Advocate 2016 - Añada 2013 - 93/100 puntos - Bettane & Desseauve 2016 - Añada 2013 - 16/20 puntos
La historia de esta bodega empieza en el año 1998, cuando Hervé Bizeul —sumiller, ganador del Trofeo Ruinart con tan solo 21 años y crítico especializado en vinos— eligió junto a su esposa Claudine el remoto valle del Agly, en el Rosellón, para embarcarse en un proyecto vital y dar el gran salto: elaborar sus propios vinos. Así comenzó el Clos des Fées, con la idea de hacer un vino para los amigos, por puro placer. Crearon la bodega a partir de la nada y sin ningún tipo de recursos financieros, aunque la mezcla de talento y pasión de Hervé y Claudine les conducen rápidamente al reconocimiento de la crítica. Vinos elaborados al principio en el garaje de casa, procedentes de viñas cultivadas en un suelo calcáreo, en el corazón de la zona más montañosa del viñedo del Rosellón. La primera cosecha resulta milagrosa y los vinos tienen un éxito fulgurante.
Actualmente, La Petite Sibérie, su gran vino, un Côtes du Roussillon Villages, cuesta más de 200 €.
Los vinos de Clos des Fées tienen una fuerte personalidad. Año tras año, la aventura comienza de nuevo, con el mayor respeto a la materia prima y al terruño.
El viñedo francés no solo cuenta con Borgoña y Burdeos: gracias a viticultores de talento como Hervé Bizeul, otros terruños como el Rosellón comienzan a ganar fama en el paisaje de la viticultura mundial.
En este cofre-regalo os proponemos el Côtes-du-Roussillon Vieilles Vignes Rouge 2018, una excelente introducción a esta impresionante bodega. Un ensamblaje de las viñas más viejas de la bodega (desde 50 hasta más de 100 años) formado por un 50% de garnacha, un 40% de cariñena y un 10% de syrah. Este vino de 2018 tiene un ligero déficit de garnacha compensado por un poco más de cariñena, perfectamente madura ya que se vendimió en el último momento, y un syrah que le aporta una textura deliciosa. Crianza de 12 meses sin trasiego en barricas de uno o dos vinos, completado con una parte envejecida en cubas de cemento tradicionales para preservar su espléndida fruta.
En nariz tiene la fruta roja fresca y madura (cerezas) envuelto en un aura de frescor y leves toques lácticos. En boca tiene un gran volumen y una textura apretada y cremosa. Delicado, cítrico y con un largo perfume frutal y floral. Un vino delicioso; mejor dicho, espléndido
1 estrella en Le Guide des vins Hachette 2019 - guía francesa de referencia en el mundo del vino Francés
Viticultor: Patrick Carteyron, Château La Fleur Penin
Château La Fleur Penin es la realización de un viejo sueño de Patrick Carteyron (Château Penin), que hizo realidad en 2011 con la compra de esta pequeña propiedad de 2,5 hectáreas en la denominación de origen Saint-Emilion Grand Cru con viñedos de 30 a 70 años de antigüedad que cultiva en agricultura sostenible. Y en esta añada magnifica del 2018, el resultado está más que notable.
Este ensamblaje de Merlot (85%) y Cabernet Franc (15%) nos da un vino denso, rico en nariz con toques de fruta madura y especias, presentando ya una gran armonía en el paladar con una bella persistencia.
Un magnífico Saint-Emilion Grand Cru ya listo para ser plenamente disfrutado, pero que también se puede envejecer durante unos cuantos años en la bodega.
Por supuesto, el maridaje perfecto sería con una buena carne a la parrilla. ¡Un éxito garantizado!
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